Con las puertas abiertas
¡Hola
a todos!
Hoy abrimos las puertas de este blog en el que, a
través de las futuras entradas y artículos, trataremos de adentrarnos en el
rico patrimonio histórico, artístico y cultural que atesora Daroca.
Para los que no la conozcáis, Daroca es una ciudad
histórica situada a 83 kilómetros de Zaragoza, más concretamente en el valle
medio del Jiloca, una posición geográfica que ha marcado su devenir desde su
fundación, hacia mediados del siglo VIII d.C.
Desde entonces, sus calles han sido habitadas por
musulmanes, cristianos y judíos cuya huella es todavía visible en el entramado urbano, los monumentos e incluso la gastronomía. Y es que la Edad Media
fue un periodo dorado para Daroca, siendo uno de los principales focos de
peregrinación, comercio y cultura del Reino de Aragón. De todo ello dan
testimonio sus puertas monumentales, sus fuentes, sus iglesias y otros muchos
elementos que hacen que este municipio sea una de las joyas del patrimonio
aragonés.
De igual manera, los cuatro kilómetros de murallas y
torreones de diversa datación que rodean esta localidad subrayan su importancia
como tierra de frontera y de defensa del territorio. Esta característica tuvo
especial relevancia en la contienda que enfrentó a Aragón y Castilla y que
actualmente conocemos como Guerra de los Dos Pedros (1356 – 1369). En este episodio
bélico las gentes de Daroca, amparadas en el vigor del conjunto defensivo,
consiguieron rechazar el ataque castellano y en virtud de ello, Pedro IV, rey
de Aragón, dotó a Daroca con el título de ciudad.
Daroca también es una tierra de leyendas y milagros,
algunas y algunos de los cuales recogeremos en este blog. Sin duda el más
importante y más conocido es el de los Corporales, un milagro eucarístico acaecido
en el contexto de la conquista de Valencia por Jaime I (1239) cuya reliquia se
conserva en la Colegiata de Santa María. Este milagro ha sido fruto de la
devoción de muchos peregrinos desde la Edad Media y todavía lo es entre los y
las darocenses, especialmente el jueves del Corpus Christi, día en el que se
procesiona con el relicario hasta las afueras de la ciudad, algo de lo que se
tiene constancia desde el año 1414.
Seamos crédulos o no, la Colegiata y la capilla en
las que se encuentra esta reliquia merecen una visita, ya que albergan una gran
riqueza artística y nos ofrecen una narración figurada del propio milagro, que
explicaremos con mayor detalle en futuras entradas.
Como veis, son muchas las cosas que hemos contado y
muchas las que nos dejamos. Esperamos que podamos recogerlas todas en las
futuras entradas. Mientras tanto, ¡sed bienvenidos!
Me gusta mucho el tema que has elegido para tu blog David, hay que dar más visibilidad a las pequeñas localidades las cuales tienen mucho que ofrecernos. Seguiré tus publicaciones con interés!
ResponderEliminar¡Hola, Julia! Como bien dices, este es un buen medio para dar a conocer las posibilidades que ofrecen nuestros pueblos en cuanto a la visibilización del patrimonio cultural. ¡Gracias por tu interés!
EliminarHe visitado Daroca varias veces, he realizado las visitas turísticas, pero creo que tu blog me va a descubrir muchas cosas que desconocía. ¡Seguro que tus publicaciones despiertan mi interés y hacen que regrese a visitaros!
ResponderEliminar¡Hola, Aída! Espero que así sea
Eliminar