El Camino del Cid


Monumento al Cid Campeador en la ciudad de Burgos
Foto: https://historiaragon.com/

Como todos sabéis, el Cid es uno de los grandes personajes de la Edad Media peninsular, muchas veces mitificado y convertido en héroe por parte de un sector nacionalista de la historiografía. Más allá de ello, Rodrigo Díaz de Vivar fue un caballero castellano que luchó a las órdenes de diferentes reyes y señores, sin importar si éstos eran cristianos o musulmanes, logrando grandes triunfos militares que le otorgaron una fama notable ya en su época. Tanto es así que, liderando su propio ejército de hombres y bajo su única autoridad, llegó a dominar buena parte del Levante y a conquistar Valencia, convirtiéndose en su señor hasta el año de su muerte, 1099.
Otra peculiaridad de este famoso caballero es que sus correrías fueron llevadas a la palabra escrita, y por tanto a la eternidad, por medio del Cantar de Mío Cid, la primera obra poética extensa de la literatura española. A través de este cantar de gesta podemos seguir los pasos del Cid y señalar en el mapa los lugares en los que pudieron acaecer estas supuestas hazañas heroicas.
            Ya en el siglo XIX Archer Milton Hunghinton, arqueólogo, poeta e hispanista fundador de la Hispanic Society de América, se dedicó a recorrer aquellos territorios por los que el Cid había cabalgado durante su destierro. Tras esta primera experiencia, fue el medievalista Ramón Menéndez Pidal quien, junto a su mujer María Goyri, siguió los pasos del Campeador con fines académicos.
            Más adelante, sobre todo en los años ochenta, el recorrido fue tomado por diversos pioneros del cicloturismo, que trataron de tener como guía el Cantar de Mío Cid pero no fue hasta el año 1996 cuando la Diputación de Burgos propuso habilitar una pequeña ruta senderista entre las localidades de Vivar del Cid, San Pedro de Cardeña y la ciudad de Burgos, tres puntos importantes que aparecen en los primeros versos del poema.
            Esta primera iniciativa sirvió de avanzadilla para que, en el año 2002, otras siete diputaciones (Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante) se unieran a la de Burgos para constituir un consorcio que tuviera como fin la definición y el fomento del Camino del Cid como ruta turístico-cultural.

Logo del Camino del Cid
Foto: http://www.caminodelcid.org/

            Así pues, el Camino del Cid se erige en la actualidad como un itinerario turístico-cultural que, a través de unos 1.400 kilómetros de senderos y 2.000 kilómetros de carreteras, atraviesa España de noroeste a sudeste tras los pasos históricos y literarios de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
            Con la posibilidad de realizar el itinerario con vehículos a motor, cicloturismo, BTT o senderismo, éste se divide en diversas rutas con el fin de hacerlo más fácil y cómodo y poder igualmente vertebrar un territorio razonable en cuanto al kilometraje.
            Muchas de estas rutas se encuentran o pasan por Aragón. Entre todas ellas, la que nos interesa recibe el nombre de Ruta de Las Tres Taifas y va desde Calatayud hasta Cella, destacando en su recorrido cuatro importantes núcleos amurallados: Calatayud, Daroca, Molina de Aragón (Guadalajara) y Albarracín.

Parte del recorrido de la Ruta de las Tres Taifas
Foto: http://www.caminodelcid.org/rep/44b7/mapas-ficha-ruta/821702/37/mapa-ruta-motor-tres-taifas.jpg



Foto: https://mapio.net/pic/p-26644663/
Daroca y el Cid
Puso tributo a Daroca antes
luego a Molina, que está por la otra parte,
la tercera a Teruel, que está más adelante...
Versos 866 y ss. Cantar de Mío Cid

Como narra esta estrofa, el Cid, una vez establecido en la corte de Zaragoza bajo el orden de los Banu Hud, sometió a la medina de Daroca a la obediencia de la taifa zaragozana y le impuso el pago de tributo en el año 1076.
Años después, en el año 1090, se enfrentó al conde Berenguer Ramón y al rey de la taifa de Lérida, Al Hayib, en la batalla del Pinar de Tévar. A pesar de vencer, el Cid fue herido de gravedad y hubo de permanecer unos meses en Daroca, donde residían algunos médicos de renombre que facilitaron la recuperación de su enfermedad, quizás consecuencia de la infección de las heridas sufridas en batalla. Daroca fue igualmente el escenario en el que el Cid y el conde de Barcelona Berenguer Ramón firmaron un acuerdo según el cual éste último cedía las parias y los territorios de Lérida, Tortosa y Denia al Campeador.
            Así pues, Daroca cumple con los requisitos marcados por el Consorcio del Camino del Cid, ya que se encuentra presente tanto en los textos históricos (Historia Roderici) como en los literarios, prueba fehaciente de que el caballero castellano estuvo en la ciudad en, al menos, dos ocasiones.
            Ya en el presente, el Camino del Cid cumple su función turística, uniendo espacios a lo largo de buena parte del territorio peninsular en torno a la figura del Cid. Las posibilidades que ofrece son muy numerosas y atañen a la riqueza del patrimonio presente en el sinfín de localidades que lo componen. Sólo cabe decir que, a lo largo del Camino, nos encontramos con ocho elementos declarados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, como la Catedral y el Camino de Santiago, el Mudéjar aragonés, el Tribunal de Aguas y la Lonja de la Seda de Valencia, la Fiesta de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí, o el Palmeral y el Misteri de Elche. Por si fuera poco, a lo largo del corrido los peregrinos pueden visitar algunos de los pueblos más bonitos de España, declarados como Conjunto Histórico y/o Artístico, como es el caso de Daroca.
            Además, el Camino recorre espacios naturales de gran riqueza en cuanto a flora y fauna, como la Laguna de Gallocanta o la Sierra del Maestrazgo en Aragón, convirtiendo la ruta en una experiencia de conocimiento y disfrute de la naturaleza.
            Otro de los objetivos del Consorcio era dotar de vida a los pueblos que se disponen a lo largo del camino, tratando de integrar el turismo con la vida cotidiana de los mismos como una forma de dinamización y diálogo entre dos realidades ya que, muchos de estos pueblos están en riesgo de despoblación.
            Como veis, las posibilidades que ofrece este Camino del Cid son innumerables y es un proyecto a gran escala, que nace de la cooperación de diferentes instituciones provinciales cuya finalidad es dinamizar el territorio a partir de una noción o un recorrido de carácter histórico-literario, lo que nos sirve de buen ejemplo a la hora de analizar una planificación de gestión del patrimonio cultural. Así, podemos ver que, por medio de este tipo de iniciativas, es posible aunar el patrimonio histórico-artístico y un turismo sano y equilibrado que esté interesado en el mismo. 


Recursos asociados:


  • Audiovisual producido por Aragón TV y todavía visible en la web aragonelviajefascinante.com:








Bibliografía y referencias:
Corral Lafuente, José Luis. Historia de Daroca. Daroca: Centro de Estudios Darocenses, 1983.

Web institucional del Camino del Cid (http://www.caminodelcid.org/)
Web institucional del Ayuntamiento de Daroca (www.daroca.es)



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